Quien esté dispuesto, que se ponga en contacto con cualquiera de los habituales del blog o se pase por el chat que suele haber siempre alguien. Acordaos Paterna y Alcobendas.
Ahora en homenaje a ellas, os dejo el que para mí es mejor artículo que he escrito, no tiene una gran calidad gramatical y está mal escrito como casi todo lo que hago, pero al contrario de la mayoría de cosas que he escrito, esta hecho desde lo más fondo del corazón, ese día sufrí como no he sufrido viendo ningún partido:
Al descanso estaba cabreado, muy cabreado, no por la derrota de 20 puntos (44-24), porque las rusas eran buenas, muy buenas y podía entenderse que nos ganaran fácil como lo han hecho con el resto de selecciones, por algo eran las favoritas. Estaba cabreado por la actitud del equipo y me explico. Durante la retrasmisión (increíblemente en la sexta, luego hablaré de este tema) enfocaron un par de veces al banquillo y las caras de desidia de las jugadoras, esas caras derrotadas, me cabreó. Entiendo que te sientas frustrado porque nada te sale bien (yo también he sido jugador de baloncesto y se lo que es ese sentimiento), pero no entiendo la desidia. Puedes tener un mal día, pero por Dios, este equipo ha logrado todo por pundonor y ovarios, ¿cómo pueden esperar ganar si desde el banquillo se trasmite derrotismo? Esa actitud no me gustaba y no la entendía, por suerte llegó el descanso aunque con una desventaja demasiado amplia ya.
En el descanso Evaristo Pérez puso las pilas a las chicas y sacaron su garra, su entusiasmo por el juego, porque no hay que olvidar que el baloncesto es un juego y que para hacerlo bien tienes que ser feliz con lo que estás haciendo, disfrutar cada momento que estás en la pista jugando. En el momento que te olvidas de disfrutar el juego se terminó. Pues lo dicho, España salió a morder, a jugar, a ganar, a disfrutar, ellas eran muy altas, muy rápidas y muy buenas, pero las nuestras tenían más ilusión y más coraje. La fría estepa siberiana ahoga el coraje, en España el calor lo hace aflorar y en esto Montañana mete una canasta y al minuto Palau otra y ya son sólo 16, pero la moral se la vamos a comer. Ellas meten un triple ¿y qué? Valdemoro mete de dos que también suma y Palau de uno, porque uno más uno son dos y ya estamos a 15, temblad rusas, España os ha perdido el respeto y a Palau que le gustó anota otras dos y una vale tres. Por el medio Osipova mete una, pero da igual os vamos a ganar y ya estamos a 12. Miedo, tengo miedo decía Putin en la casa de verano mientras Lima metía un tiro libre, ya sólo quedan 11 y en esto Osipova, la pesada, nos mete otra. Perdemos de 13 y el cuarto se acaba. Es mucha distancia, pero no para España, están crecidas; a Rusia se le olvidó disfrutar, no son capaces de atinar y cuando la más grande de España (NO, ni se llama Lola, ni baila flamenco. Es Amaya y juega al baloncesto) mete otro triple, Rusia tiembla entera de miedo. Son 10 puntos, ra-ra-ra os vamos a ganar. Quedan 12 segundos y Osipova, la cansina, nos la vuelve a enchufar, pero Montañana en 4 segundos se la devuelve y 3 segundos después Palau una y dos, ¡¡¡viva el tiro libre!!! estamos a 8, Rusia está asustada, España crecida y quedan 10 minutos, todo es posible. 45-53
Último cuarto, España sigue a lo suyo y Palau mete el 47, ¿restamos? Nos llevamos 6. Pero Zurro ahora es matemática y dijo NO, 8 menos 2 son 4 y todo el mundo dice ¿qué? Si 8 menos dos y esta que meto yo son 4, 49-53 ¡¡¡VIVA EL MIEDO!!! ...cuando lo doy yo. En esto las rusas, vuelven del descanso ¿del descanso? Pues sí, porque o España eran diez o sólo jugaba la pesada Osipova, las demás estaban aturdidas ante el juego español. Shchegoleva mete un tiro libre y Korstin anota la canasta 56 y la 58+59 se vuelven a ir de 9. No pasa nada, tenemos cuerda para rato, además ¿para que creéis que está Amaya? .Pues para tirar del carro, pero no como Raúl, esta tira del carro en el campo, no en el papel de un periódico. Mete el 51 Montañana el 52 y el 53. Rusia convierte esto en un toma y daca, Korstin mete el 63 y Osipova el 65, se van a doce (53-65) a falta de 2:19 y el alma de la afición decae durante 30 segundos, porque entonces se oye en la TV, ratatatata, Valdemoro le da las pinturas de guerras a Montes para que cante su triple y Montañana dice como en la canción “aquí estoy yo” y a son de la música nos ponemos a 7, la esperanza y la fé tienen un nombre, ESPAÑA. Korstin decide disputar el óscar a la más pesada del partido y retoma con dos tiros libres el papel que había dejado atrás Osipova. 67-58 son 9 y quedan 1:50 minutos. Esta difícil, pero nada es imposible, SEÑORES, esto es baloncesto no tienen un final exacto. Lima hace honor a su nombre y con dos tiros libres, lima la distancia a 7 puntos, pero Rakhmatulina nos la devuelve y volvemos a estar a 9. Queda 1:13 y de fondo se oyen un "tan tan" de guerra, es Montes con su ratatatata, Valdemoro saca el hacha de guerra, enchufa una de dos, rebotea en defensa, pasa a Montañana que tira de tres y falla, el rebote se lucha, para ti, no para mi, pues no para Lima, que la saca fuera y el ratatata no suena ya lejano, está dentro y nos ponemos a 4. Quedan 51 segundos I want to believe (yo quiero creer). Dios mío creo, Abrosimova ante la agresividad española se cae y hace pasos, perdemos de 4. Restan 27 segundos y tenemos la posesión, España pide tiempo. 21 segundos para la gloria. NO, la gloria la tenéis, sois grandes, muy grandes, que el tiempo se pare y el mundo os haga un homenaje, porque sois heroínas para toda España.
Pero el tiempo no se para y como dije antes, esto es Baloncesto no cine y no siempre hay finales felices. Shchegoleva mete dos y perdemos el balón, falta personal y Korstin pone el marcador en 7 arriba para ellas. Palau nos pone a 5 y tiene un adicional, estamos a 4, pero no hay tiempo, necesitamos un punto por segundo, es casi imposible. Hacemos falta y Shchegoleva mete otros dos tiros que nos dejan el marcador final de 74-68.
Cruel destino, maldigo el primer tiempo. Si esto fuera una película americana de baloncesto, España habría ganado este partido, pero no pudo ser y Amaya Valdemoro derrama lágrimas, lágrimas que valen oro, porque son las lágrimas de una campeona.
¡¡¡VIVA CAMPEONAS!!! No tenéis en vuestro cuello la medalla, pero en los corazones de quienes os han visto jugar, vosotras enteras sois puro oro.