Ayer fue uno de esos días en los que puedes decir ¡qué grande es el baloncesto! Tal vez no fuesen partidos de gran calidad, pero en una ronda de cuartos de final, con tanto en juego, ésto es complicado. Partidos llenos de tensión, emoción, y jugados con el cuchillo entre los dientes hasta la bocina.
En el partido que abría la jornada Lituania aparecía como clara favorita ante una irregular Croacia. Los problemas físicos de Jasikevicius no parecían suficientes para preocupar al rodillo lituano. La afición simplemente espectacular, medio Palacio de Deportes estaba cubierto del verde y amarillo de los lituanos que no pararon de animar a su equipo durante todo el partido. Durante la ceremonia de los himnos, por un momento pensé que estaba en Kaunas o en Vilnius, ahora entiendo lo que quieren decir cuando comentan que en Lituania el baloncesto, más que un deporte, es casi una religión.
Centrándonos ya en el partido, el arranque fue mejor de Croacia, gracias al dominio de ambos tableros y un juego muy ordenado conseguían dominar el partido aunque con rentas muy cortas. Lituania con un Jasikevicius mermado trataba de mantenerse en el partido gracias al acierto de Songaila. A pesar de tener a un gran Planinic al mando de las operaciones y controlando el juego por parte croata las rentas oscilaban entre 2 y 4 puntos, si despertaba el conjunto báltico tocaría sufrir.
Y así fue, de la mano de un gran Linas Kleiza y con un mayor acierto en la línea exterior, Lituania pasaba a controlar el partido en el último cuarto por 7 puntos, 69-62 a falta de sólo 4 minutos, una renta que parecía finiquitar el partido. Pero nada más lejos de la realidad, los croatas, aguerridos y con ganas de batalla se aferraron al partido y un triple de Marko Tomas los colocaba a dos puntos a falta de menos de 1 minuto. En el posterior ataque Darius Songaila anotó una canasta que parecía cerrar el partido a falta de 26 segundos, pero de forma incomprensible una falta antideportiva lituana daba la opción de meterse en el partido a Croacia. Planinic anotaba los dos libres y Marko Popovic tuvo en sus manos el balón que pudo dar la victoria a los croatas, pero se encontró con el aro. Aún así no estaba terminado el encuentro, en el posterior rebote, con menos de dos segundos para el final del encuentro, Planinic sufrió una falta y tuvo dos tiros libres para igualar el choque. El base del TAU esta vez no acertó con el primero, trató de lanzar el segundo a fallar para anotar en el posterior rebote pero no tuvo suerte.
En un confuso final de partido, los árbitros hicieron volver a la pista a los jugadores cuando ya parecía el partido acabado. Habían sancionado el tiro a fallar de Planinic con balón para Lituania, que con 1,2 segundos por jugar simplemente agotó el tiempo. El reloj no corría, clavado en 1,2 segundos y seguía el kafkiano final que por fin los árbitros daban por concluido ante el estallido de alegría de la afición lituana. Más sufrimiento del esperado para Lituania que ahora se encontrará con Rusia en la semifinal.
En el segundo partido de la jornada se vivió uno de esos momentos dignos de recordar en el baloncesto.
Eslovenia tras un excelente torneo llegaba al cruce de cuartos habiendo perdido sólo con los lituanos, por su parte Grecia sigue en el bache que entró en la final del mundial 2006 y cada canasta que logra es una agonía.
En el inicio de partido Smodis y Nesterovic dominaban las zonas mientras que por Grecia sólo Papadopoulos trataba de aguantar el tirón. Aún así Grecia conseguía imponer su ritmo cansino y llevar el partido a su terreno, partidos en torno a los 60 puntos, donde se manejan a la perfección.
En el segundo tiempo Eslovenia con un juego muy compacto, Nesterovic dominando en ataque y en defensa y la aparición de Lakovic daban alas a los de Ales Pipan, que también gracias al atasco general griego se disparaban a una diferencia que parecía insalvable, 58-42 a falta de poco menos de 6 minutos. Ya no era cuestión de que Grecia defendiese, sino que visto su ritmo anotador parecía imposible que anotasen 16 puntos en 6 minutos aunque dejasen a Eslovenia clavados en el 58. La ruidosa afición griega parecía bajar el pistón y prácticamente ya daban el partido por perdido, nadie en el pabellón daba en esos momentos un duro por los griegos. Pero en aquí se inició el milagro. Un parcial de 7-0 para Grecia ponía un 58-49 que daba alas a los helenos, aunque la aparición de nuevo de Lakovic para clavar un triple parecía dar la puntilla definitiva al partido.
Y en ese momento, cuando la gente ya empezaba a desfilar por las gradas dando por buena la victoria eslovena, apareció Papaloukas, para los que no teníamos muy claro si estaba en el torneo o no, el base del CSKA demostró su categoría, se echó el equipo a la espalda y con un parcial de 14-1 en los minutos finales y una canasta a falta de 6 segundos de la bocina daba el pase a las semifinales a Grecia ante el delirio de la grada griega. La asfixiante zona presionante de Grecia y un acierto que hasta ese momento no habían tenido de cara al aro hizo posible lo imposible. El colapso esloveno se hizo patente en la jugada final, que aún no he entendido muy bien. Se pide un tiempo muerto, se prepara la jugada y todo lo que se consigue es a Lakovic agotando la posesión a 7 metros del aro para jugarse un triple con un defensor griego encima.
Una pena para un equipo que ha hecho un gran torneo como el esloveno, posiblemente recuerden este partido mucho tiempo, han tenido una oportunidad histórica de pelear por las medallas y sólo su incapacidad de rematar el partido los ha dejado fuera. Grecia se enfrentará ahora a España, en una nueva reedición de la final del mundobasket. Los dos últimos partidos fueron claras victorias españolas, veremos cómo se desarrolla el de hoy.