BLANSKET: martes, 8 de enero de 2008

martes, 8 de enero de 2008

EN EL 2007 BRYANT ME ENAMORO

Hasta este verano yo tenía a Kobe como un jugador chupón, un fuera de serie, pero más preocupado de su propia gloria personal que en buscar el bien de su equipo. Un jugador “malo” y no me refiero al juego, sino como persona y es que así nos lo han vendido, parece que todo aquel que triunfa tiene que tener el beneplácito de la maquinaria propagandística de los medios de comunicación ¿Os imagináis la misma campaña que ha tenido Bryant en contra, enfrentada a Jordan o Magic? Muchos de los que les adoran no les podrían ni ver. Nos lo han vendido como un villano que violo a una mujer y que no es capaz de compartir vestuario con sus compañeros. Pero ¿A día de hoy ha habido alguna condena que le inculpe? ¿Alguien puede aportar una prueba que demuestre que Kobe Bryant realizó el despreciable acto del que se le acusa? Acusar es muy fácil, demostrar la culpabilidad no lo es tanto, pero por desgracia en este mundo basta con señalar con el dedo acusador a una persona para que se le considere culpable sin mayor necesidad de demostrar nada. Yo a día de hoy me quemo por Kobe y niego que el fuera culpable ¿no tengo pruebas? Pues no, no las tengo, pero tampoco tienen las pruebas quienes le acusan y yo quiero alzar la bandera de la inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Kobe Bryant es un hombre famoso, una gran diana para personas que se quieren enriquecer a costa de su fama, era el mejor jugador de la NBA que ha estado marcando historia y hacerse famoso para llenarse los bolsillos a su costa es muy fácil, una falsa denuncia da a muchos periodistas sedientos de sangre y sin ningún tipo de moral, sanguijuelas repugnantes que viven de los demás. ¿Acaso aquí en España no os demuestran los diarios de este país lo que es vivir de la mentira? ¿No estáis la mayoría en este blog rebotados de ciertos periódicos poco fiables? Pues así es hoy día el periodismo, una carrera feroz por la venta de tus noticias por lo civil o lo criminal. Para mí hasta que un juez diga culpable, Kobe es inocente, no es el villano que nos quieren vender.

Con el tema de Shaq se nos ha vendido el odioso niñato que es Kobe Bryant, el mal carácter de un jugador que quiere todo su protagonismo para si mismo y no reprocho a quien haya caído en este engaño, porque yo durante años caí, es más Shaq que nunca me había caído simpático comenzó a serlo. Un tipo grandote divertido que muestra su mejor sonrisa cuando las cámaras le ven y que con actuaciones como en el previo del All Star pasado nos ha deleitado a todos haciéndonos reír. Ojo sigo creyendo que es un tipo simpático y que hace falta en este deporte, pero la bestia esta escondida y como buen lobo no deja ver su verdadera faz. Gran ciudadano preocupado por los demás quiere ser policía para protegernos a todos, pero es el mismo caso a la inversa, Shaq cae bien, vende ir a su remolque y reírle las gracias, a dominado la liga y es un tío simpático como un periodista va enfrentarse a él pudiéndolo hacer contra el “villano violador”.Shaq ha tenido problemas con Penny Hardaway en Orlando que terminó con la desmembración de un dúo terrorífico, tuvo problemas en Lakers con similar resultado y hoy por hoy se le esta buscando salida de Miami Heat y no, no os equivoquéis no es su juego lo que no esta gustando, es su actitud que le esta llevando a este juego, Shaq se ha estado apunto de pegar con Zo y no se habla con Wade…curioso una nueva estrella a su lado que le puede tapar y aparecen los problemas. Cuando tienes un problema, puede ser culpa de otro, cuando te rodean los conflictos la culpa suele estar en ti. Shaq no es el tipo simpático que nos venden, es algo más, es un jugador que no lleva bien a una estrella que le quite protagonismos, sus actuaciones simpáticas buscan los focos, porque es un “Yonki” de las cámaras, necesita los focos encima de su cara para ser feliz. ¿Acaso Phil Jackson es poco inteligente? ¿Acaso el que hoy por hoy puede que ya sea el mejor entrenador de la historia se ha quedado al lado de Kobe por pena? Creo no es tan malo el coco como nos lo pintan y Kobe no es el villano de comic que nos quieren vender.

Comencemos ahora en lo deportivo. Se le critica que chupa, que no juega en equipo yo a esta afirmación digo: mentira, mentira y mentira. Kobe lleva la victoria en la sangre y quiere ganar como sea y lo esta demostrando este año, su equipo le esta respondiendo y a él no le esta importando estar relegado a un segundo plano por la explosión de Bynum, o los buenos momentos de jugadores como Odom, Fisher y demás compañeros. No se ha destapado aún en ningún partido como el anotador brutal que es, no le hace falta el equipo va bien, el quiere ganar no lucirse al contrario de lo que mucha gente piensa. ¿Es mentira que este año esta siendo un jugador de equipo? ¿Es mentira que coincide con un equipo que le acompaña y le responde?

El año pasado no me gustaba Kobe, para nada un jugador que se tira todo lo que él se tiraba no es mi sueño de jugador, de la misma forma que no lo es el tan querido Jordan y eso pese hacer lo mismo que el hacia (chuparse hasta los dedos de los pies) con la diferencia de que Jordan detrás tenía un equipazo que podía ayudarle y Kobe no ¿Por qué no criticáis a Michael por lo mismo que lo hacéis con Kobe? Seamos justos y dejemos jugar a los grandes jugadores como saben, que los dos han sido ganadores y han hecho lo que han hecho porque sus equipos así lo necesito en su momento y los resultados creo que les han sido favorables. Este verano lo que cambio mi opinión fue el preolímpico, ver a una superestrella como es Bryant luchado como lo hacia, corriendo, defendiendo y con esa intensidad digna de un recién llegado que necesita demostrar al mundo que es valido, me conquistaron, un jugador que es capaz de sacrificarse así, de dar el espíritu que le de a ese equipo, no puede ser tachado de todo lo que se le acusa deportivamente. No puede ser que un jugador con ese nivel de esfuerzo sea un caprichoso que busca la fama individual, es un alma deseosa de anillos y trofeos colectivos, no de marcas individualistas. USA con Kobe en cancha era la próxima campeona olímpica, es más a día de hoy digo y no tengo temor alguno a equivocarme que si la selección americana juega con Kobe y Lebron 30 o más minutos en cancha, ganaran las olimpiadas con más de 20 puntos en todos los partidos a su favor. Sin él el equipo americano es otro, era triste, vulnerable, el efecto Bryant era 100% el equipo, no se puede criticar a un jugador sin verlo jugar y creo que las criticas de muchos vienen desde la falta de datos, no vale ver un partido que se tira mil tiros por x motivo y decir dios que chupón, hace falta seguir más partidos y verle jugar de verdad. Quien no le ha visto en el preolímpico que le vea jugar y tiemble de lo que espera a España estas olimpiadas y se prepare a disfrutar. Quien no haya visto a los Lakers este año, que se los vea y disfrute de un equipo conjuntado con una estrella que hace mejor a sus compañeros y que es lo suficientemente bueno para meter el doble de puntos que logra, pero que prefiere que su equipo gane y llegue lejos a batir todas las marcas de la historia.

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Y a quien dice que no tiene táctica individual, yo le digo que estoy harto de rapsodas del juego, personas que saben mucho de baloncesto pero no entrenan equipos ganadores y sobre todo le digo una cosa, la única táctica que deberían conocer tanto jugadores como entrenadores es: GANAR, GANAR Y GANAR, por lo civil o lo criminal y resulta que Kobe gana, así que yo digo que su táctica es de lo mejor. Los Spurs te pueden gustar o no gustar, pero ¿por ello no tienen táctica de juego?.Pues creo que todo lo contrario, ganan y ganan y todos están conformes en que tácticamente son los mejores, pues eso.

En el 2007 Kobe me enamoró.

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Chicago - Memphis, el cuento de nunca acabar

Y es que en eso parece que se está convirtiendo esta historia sobre un posible traspaso de Gasol a los Bulls. De nuevo hoy aparecen los rumores en el Chicago Tribune sobre un posible traspaso que terminaría con Gasol en los Bulls y posiblemente Nocioni en los Grizzlies. No es algo nuevo ni mucho menos, durante toda la temporada los Bulls han tratado de reforzar su juego interior con un anotador y Gasol es el primero en su lista, lo que sí puede haber cambiado en estos meses es la predisposición de ambos equipos a llegar a un acuerdo.

Los Grizzlies empiezan a no ver con tan malos ojos la salida del español dada su irregular temporada y su relación cada vez más fría con los aficionados. Por su parte, los Bulls necesitan un cambio de aires que les dé un impulso para meterse en play-off tras su desastroso inicio de temporada. La cuestión es la de siempre, ¿quién va en el traspaso?

En principio parece que los Grizzlies pedirían al alero argentino Andrés Nocioni, es un jugador que encajaría bien en su estilo de juego, muy físico y que les aportaría esa agresividad en defensa que les falta a los de Memphis. Junto al argentino habría que incluir posiblemente un par de jugadores más para cuadrar salarios. Uno interesante sería Joe Smith. El veterano pívot quedaría en un papel muy secundario con la llegada de Gasol y a Memphis le interesaría ese contrato de más de 5 millones que expira al término de la campaña actual. Junto a estos dos jugadores y para teminar de cuadrar los contratos se debería incluir algún jugador del tipo de Khryapa o Sefolosha, en principio el ruso sería el más interesante. No cuenta para los técnicos de los Bulls y tiene un contrato corto y relativamente barato con lo que no supondría una gran carga en el caso de ir a los Grizzlies.

Dado que los Bulls tienen para el puesto de 3 a Luol Deng y deben afrontar varias renovaciones el año que viene, entre ellas la de "Noce" posiblemente no serían demasiado reticentes a dejar escapar al argentino. Por parte de los Grizzlies sería el inicio de una recostrucción del equipo sin su estrella de los últimos años, Pau Gasol, centrándose en Rudy Gay como el nuevo jugador franquicia.

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EL CASO KOBE

Pocos jugadores levantan tantas pasiones u odios como Kobe Bryant. Para algunos egoísta y individualista hasta el extremo, para otros un artista del baloncesto. Sea como sea, Kobe es, cuanto menos, un jugador que no deja a nadie indiferente y por este motivo me ha parecido interesante colgar un fantástico artículo de Gonzalo Vazquez, posiblemente el mejor analista de la NBA en todo el mundo latino, sobre el número 24 de los Lakers.

Me pregunto cómo es posible que alguien que frecuenta con insultante normalidad proezas vedadas a la mayoría despierte una controversia tan enorme. Se suponía que la cuota estelar que un jugador acumulaba en su equipo era suficiente para formar consenso.

Pues hete aquí que no, que no lo hay ni puede haberlo en torno a una figura, única en su especie, llamada Kobe Bryant. Para entender este raro fenómeno puede valer una expresión, la kobeopatía, cuyo significado guardaría un doble motivo: de un lado, dar nombre a la afección que propiamente padece el jugador; y de otro, a la que indudablemente despierta en un grueso sector del aficionado NBA, incapaz de tragarle como deportista.

La primera característica que define a Kobe Bryant, la más visible y terca de todas, es su compulsión por demostrar que puede anotar en cualesquiera circunstancias. La selección de tiro es un concepto que no le afecta. Para el observador, todo su Baloncesto nace y termina en sus manos. Para él, todo nace en sus manos y termina, o tiene que terminar, en la red. Se diría entonces que el recorrido de su juego es minúsculo. Y no es así. Porque lo que contienen sus manos es tan abundante y frenético como un balón que viajara a la velocidad de la luz, sólo que en un espacio tan pequeño como el que su mismo tamaño ocupase, o sea, un infinito sobre cero. Pues eso es Kobe Bryant: un absoluto genio del 1 contra 5 pero un idiota táctico, alguien incapaz de comprender el juego como cosa democrática y hasta moderadamente ajena a él. De ahí que su segunda característica, derivada de la primera, resida en una deficiencia patológica muy profunda para salir de sí mismo hacia los demás. No se trata de un bobo altruismo, sino del fundamento mismo sobre el que se sostiene el Baloncesto como deporte de equipo. En el fondo, a Bryant le sobraron siempre sus compañeros. Le incomodan y resultan bocas molestas que algo más molesto aún reclama alimentar. El equipo ideal con que Kobe soñó desde niño estaría formado por él y, créanlo, por nadie más. "You're the best" , le repetía su padre. "You're the best", le dijeron en Lower Marion. "You're the best", le hizo entender West tan sólo con llevárselo a la tierra de los sueños. Un anillo, dos anillos, tres y... ¿23 años? "Hey, Kobe, and... why not only you?". Y en un abrir y cerrar de ojos todo se precipitó con igual guión que un golpe de estado. ¿Y quién aparece al mando de toda la operación a los ojos del mundo? Pues la segunda kobeopatía guarda su mayor relevancia en este preciso punto.

Porque resultado de todo ello devino un imperio en ruinas que todo el mundo observa salvo él. Lejos de asumir responsabilidad alguna en la desbandada y quiebra, Kobe encuentra entonces un íntimo placer en la situación creada. Se queda solo yencuentra su verdadero sentido como profesional. Este sentido queda exactamente revelado en cada golpe a su pecho -casi podía escucharse el "I'm the greatest"- tras el punto número 62 ante Dallas; punto, digámoslo bien alto, al que ningún otro mortal no llamado Wilt Chamberlain había llegado jamás a esas alturas de partido.

De cómo es posible que la historia estime los 60 de Bird en Louissiana -por citar uno de tantos- como una divina migración del jugador hacia el aro, y despierten en cambio más recelo que asombro las orgías anotadoras de Bryant en una NBA impracticable, es algo que tan sólo puede explicarse bajo algún tipo de anomalía que, por supuesto, no consensúa el público espontáneamente sino que tiene su origen más radical en el propio jugador.

Guste o no, gravita sobre toda estrella una imagen pública. Ésta viene dada por un historial de relaciones simbólicas con el espectador que el tiempo fragua y compacta. Uno no es solo jugador. Es también actor, sólo que, o no se tiene que notar mucho, o si se nota, el papel tiene que desnudar algún tipo de empatía con algo o alguien. Para desgracia suya, Bryant no ha demostrado jamás empatía distinta que la propia del narcisista patológico, es decir, consigo mismo. Bryant es el único jugador directamente abucheado en una velada relajada como el All Star Game (en San Antonio no fue Jordan la diana del abucheo sino la decisión de otorgarle el premio). Y lo fue para colmo en su ciudad natal, Philadelphia. Salir con un descaro tan infame a por el MVP no es más que la prueba en bruto de una personalidad obsesiva, enferma, que todo su colosal talento no consigue diluir, cosa que a él tampoco interesó nunca.

En lo suyo, la anotación a costa de todos, Bryant es el mejor. De veras que lo es. Nunca hubo más brillante coágulo del juego. Pero tanto se ha empeñado en descubrir su egotismo al mundo que los odios que despierta son perfectamente razonables. Anotadores geniales ha habido muchos. Pero habría que crear una categoría exclusiva donde Bryant apareciera solito. Porque incluso aquéllos que más precisaban de la congestión de balón, como Maravich o Petrovic, eran tan tunos que con dos o tres pases geniales quedaban indultados de culpa.

Naturalmente que Bryant quiere volver a ganar un anillo. Su más orgásmica fantasía pasa por hacerlo además sobre O'Neal. Pero a medida que transcurran los años y no lo consiga, no les quepa la menor duda de cuál será su venal objetivo: retirarse como el máximo anotador en la historia de la NBA. Así, ni su pasión habrá resultado inútil ni él mismo encontrará mejor modo de liberarse de la segunda kobeopatía, pues las futuras generaciones sólo sabrán de su enorme proeza. Pero no le habrán conocido ni, quédense con esto, disfrutado. Y créanme: lo conseguirá.

Gonzalo Vázquez (artículo publicado en Eurosport.es el 12 de enero de 2006)

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NOCHE NBA: IMPRESIONANTE

Anoche se enfrentaban 4 de los equipos más anotadores de esta liga, en concreto los tres primeros. Denver lo hacia contra Phoenix en un partido que termino con un marcador de 115-137 para los segundos, es decir 352 puntos, en un partido que desde el comienzo los Suns se llevaron de calle, tomando una ligera ventaja que la fueron aumentando hasta llegar a tener 20 puntos antes del descanso. Un primer cuarto increíble termino con el resultado de 46-34. Por parte de los Nuggets los máximos anotadores fueron Iverson con 32 puntos y Melo con 20 que acompañó con 14 rebotes. Hasta ocho jugadores más anotaron a lo largo del partido. Camby no estuvo a su nivel habitual, pero aún así estuvo correcto con 13 puntos, 6 rebotes y 3 tapones. Nené se fue con 12, 9 rebotes, 2 robos y 1 tapón en algo menos de 23 minutos. Los Suns estuvieron a un nivel anotador espectacular, casi un 54% en tiros de campo y un 64,5% en tiros de tres, en los tiros libres ya fue espectacular con un 17 de 18, a ese ritmo anotador es imposible que un equipo de ese nivel pueda perder un partido. Marion 27 puntos, 14 rebotes, 4 asistencias y 6 tapones fue el mejor del partido, destacan también los 20 puntos de Hill y Amare que este último acompañó con 10 rebotes y 3 tapones. Banks estuvo genial anotando 23 puntos en 20 minutos. Nash se marchó con un doble-doble 13 puntos y 10 asistencias. Sorprende el nivel del partido, pese a la alta anotación se recogieron 94 rebotes y pusieron 17 tapones (13 de Phoenix), quizás sorprenda el bajo número de robos en dos equipos tan eléctricos, 1 por parte de los Suns y 4 por los Nuggets. Partido casi de record al anotar 20 triples los Suns, uno menos que el record de 21 que poseen los Raptors.

El Spurs-Golden fue también de un nivel anotador impresionante, 121-130 para los Warriors que necesitaron de un tiempo extra para hacerse con el partido. Parker a falta de 6 segundos anotaría un triple que empataría el partido a 112 y que llevaría el partido a la prorroga tras fallar su correspondiente tiro Pietrus. Pero el Oracle Arena es mucho estadio para los momentos finales y seas o no seas el campeón esa pista cuenta y llegar igualado con el equipo local a los últimos minutos es sinónimo de caer derrotado, 19 mil gargantas de chillan, te atosigan, te meten miedo, impulsan a sus jugadores en los saltos y dirigen los triples hacia lo más profundo del aro. Si llegas igualado en esa cancha, ya has sido derrotado. Y así fue en la prorroga los Warriors ganaron fácil 18-9 y sumaron su 20º victoria de la temporada, habiendo olvidado ya el desastroso comienzo de campaña. El mejor por los Spurs fue Duncan con 32 puntos y 13 rebotes, le secundo casi con unos números similares aunque algo inferiores, Parker que se fue a los 31 puntos y 8 asistencias, ya algo bastante más por debajo estuvo Manu que se quedó en 20 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, con el pero de las 5 perdidas y el pro de un tapón, sorprende la minutada que jugó, 41 minutos. De la misma forma sorprende que Bonner anoche se quedará en menos de 9 minutos y es que el chico viene haciendo unos auténticos partidazos y parece increíble que en la noche de ayer no jugase apenas, pero es que Parker se fue por encima de los 42, Finley casi 41, Duncan rozó también los 41 y Manu ya hemos dicho que por encima de esos mismo 41 minutos. Parece extraño que en un partido de temporada regular las estrellas de los Spurs reciban tal cantidad de tiempo. Los jugadores interiores se repartieron el partido de manera similar, Horry casi 14, Oberto algo más de 12 y Bonner estos apenas 9. Lo que indica que en más de una ocasión optaron por jugar al estilo Golden con 4 bajitos, parece ser que es el mismo remedio que ponen todos para vacunarse del mal amarillo. Por los Warriors Baron impresionante con 34 puntos, 14 asistencias y 6 rebotes. Le siguió Jackson con 29 y hasta cuatro jugadores más (Ellis y Azubuike 16 y Biedrins y Pietrus 13 cada uno) superaron los 10 puntos. Destacan los casi 41 minutos jugados por el letón, algo a lo que desde luego no esta acostumbrado, pero parece ser que la presencia anoche de Duncan hizo necesaria su presencia en cancha más tiempo del habitual, acompaño a los puntos con 10 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 2 tapones. También cabe reseñar el 7 de 7 en tiros de campo con un 2 de dos en triples para un partido perfecto de Azubuike que no falló nada de lo que intentó en los más de 24 minutos que jugó.

En resumen, una noche mágica con equipos lanzados a frenética lucha anotadora que nos llevo a poder apreciar 503 puntos en dos partidos, con una media de 251,5 por encuentro y de 125,75 por equipo, simplemente bonito e impresionante.