Bueno, como prometí hace unos días os contaré mi experiencia respecto a la fase final del Eurobasket 2007 vivida en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Empezaré por el principio, hace más de 3 meses, cuando el día 1 de junio se pusieron a la venta los abonos para las distintas fases del torneo.
La venta se iniciaba a las 10:00 de la mañana a través de Internet, desde las 9:55 estábamos mi amigo y yo recargando la web hasta que apareció el enlace para poder comprar las entradas sobre las 10:10. Lo primero que vemos con gran sorpresa es que NO hay ninguna entrada a la venta en la zona de lateral en la grada baja, posteriormente explicaré el porqué. Dado que no estaban esas zonas a la venta, en realidad aparecían ya como vendidas, solicitamos una zona en un fondo, pegado a la zona de lateral aproximadamente en la fila 19, no es lo que se quería, pero no está nada mal. El abono cuesto 289€, más gastos de gestión se pone la cosa en más de 300€, quedaos con este dato porque alguien que se gasta más de 50 000 de las antiguas pesetas creo que merece cierta consideración.
Después de ciertos problemas con las tarjetas de crédito conseguimos hacer el pago y reservar nuestros abonos, esa misma tarde vamos a la sede de Last Minute en Madrid para recoger la entrada física y nos encontramos con que la entrada es prácticamente irreconocible, la impresora debe estar gastada o defectuosa y la impresión es muy pobre. Tras recoger un resguardo de la compra, por si acaso (y qué bien vino luego), y que nos confirmasen una y mil veces que no había problema guardamos con mimo la entrada durante los siguientes meses a la espera del gran evento.
Damos un salto en el tiempo y nos vamos al 13 de septiembre, comienzan los cuartos de final. Llego al campo sobre las 18:00 y la primera sorpresa es que está cortado el acceso. Según la entrada se permite el acceso una hora y media antes del partido, que comenzaba a las 19:00, pero parece que han cambiado las cosas. Después de unos 15 minutos de espera se abren las puertas y primer problema gordo, debido a la mala impresión de mi entrada el código de barras el ilegible y se me niega la entrada, debo acudir a taquilla con mi entrada para que me hagan una reimpresión.
Tras acudir a la taquilla me informan que no se me puede reimprimir la entrada sin la tarjeta de crédito, tarjeta que es de mi amigo, de la cual no tengo el número. Pido que me reimpriman la entrada mirando el asiento y se me indica que en mi zona han cambiado la numeración de los asientos y lo que antes eran filas numeradas pasan a ser filas por letras y no saben la correspondencia. Bastante encabronado y ya viendo peligrar el día intento contactar con mi amigo, pero se ha dejado el móvil el casa. Decido esperarlo en la taquilla en previsión de que él tenga el mismo problema y nos encontremos allí. A las 19:30 con el partido Rusia-Francia ya en el segundo cuarto y viendo en peligro el España-Alemania me canso de esperar, voy de nuevo al acceso y tras un rato de charla con el tipo de la puerta consigo que me deje acceder con mi entrada defectuosa.
Bien, parece que prueba superada, estoy dentro y voy a ver los partidos.
Llego a mi sitio y ¡oh, sorpresa! Los aficionados rusos han invadido nuestra zona con lo cual tengo que irme a otro sitio a ver el partido. Por suerte en los partidos en los que no jugaba España había asientos libres de sobra y puedo ver el partido razonablemente. Para mi sorpresa en el descanso del Rusia-Francia me encuentro con mi colega, que ya estaba dentro, porque el controlador de accesos de la puerta en la que estaba él se había limitado a decir ¡otro con la entrada mal, venga pasa!
Tras explicarle el tema, al final del Rusia-Francia nos vamos a taquilla, nos reimprimen las entradas y todo perfecto. A la vuelta al campo los rusos se han marchado y podemos ver la jornada desde nuestros asientos con total tranquilidad (por fin) y disfrutar de la victoria de España.
Tras esta odisea del primer día y con un balance de perderme el primer tiempo del Rusia-Francia y ver el resto del partido desde otra butaca, nos damos por satisfechos y parece que ha sido sólo una falsa alarma ¡jé! Nada más lejos de la realidad, lo mejor estaba por llegar.
El sábado llego sobre las 14:30 para ver los partidos del puesto 5-8, entro perfectamente con mi flamante entrada reimpresa y de nuevo sorpresa, cuando llego a mi asiento me comunican que a partir de ese momento no es mi asiento, van a reubicar por motivos de seguridad a las aficiones rusa, griega y lituana y ahí van rusos y griegos. Leo la letra pequeña de la entrada y no aparece nada sobre reubicaciones, es decir, no pueden obligarme. De nuevo mosqueo, pregunto dónde se nos va a reubicar y nos dicen que en otro sector contiguo, ¡nos ha jodido! Justo detrás de la canasta donde la visibilidad es lamentable. Dejo correr un poco el tema y mientras me siento en una zona de lateral, ya que estaban vacías, y posteriormente voy a preguntar de nuevo. Ahora la cosa ha cambiado, nos van a poner en una zona “similar” a la nuestra (esquina contraria del pabellón) o detrás de la canasta entre las filas 9-17, un poco más abajo pero no suficiente. Visto el panorama decido reservar dos sitios en la esquina contraria para mi colega y para mi, pillando unos sitios de lo mejor que se podía conseguir, aún así mucho peor de lo que habíamos comprado originalmente, solicitando una hoja de reclamaciones.
Pero la broma no termina ahí, resulta que al inicio del partido Alemania-Eslovenia empiezo a ver gente de mi sector “reubicado” a pie de pista en uno de los fondos. Voy a hablar con los controladores de la zona y me dicen que mi entrada no pertenece a ese sitio no puedo estar allí, les comento que me han reubicado y que mi zona original es esa, el tipo no se da por aludido y después de ponerme bastante borde consigo que llame a un jefecillo de por allí. Después de dar muchas vueltas, hablar con todo el mundo, encabronarme hasta límites insospechados y perderme el Alemania-Eslovenia consigo que me reubiquen junto a mi colega en unos de los fondos a pie de pista, hemos salido ganando con el cambio pero el caos es tremendo y mucha gente como de mi sector no tuvo mi suerte o mis ganas de discutir.
Tras ver el Grecia-España voy de nuevo a taquilla para que me den mi entrada original (no la reubicada) y pregunto por la situación para la final del domingo y me dicen, literalmente, que no saben qué va a pasar.
El día queda con un Alemania-Eslovenia sin ver, un cabreo de tres pares, y las dos semifinales a pie de pista.
Visto el panorama el día de la final decido ir directamente a la zona a pie de pista. Pregunto al controlador de la zona y me dice, a las 14:30 que no saben qué va a pasar. ¡En la misma tarde de la final y no sé cuál es mi asiento! (Recordemos que pagué más de 300€ por mi asiento).
Visto el percal me siento en la segunda fila, la primera está vetada por normas de seguridad, y reservo un asiento para mi colega. Pasa el tiempo y nos confirman que, efectivamente nos reubican así que he hecho bien en pillar sitio porque si llegas tarde te toca el peor. Vamos viendo partidos, el pabellón se llena poco a poco y empezamos a entender por qué no había entradas a la venta. Toda la zona a nuestra derecha son zonas VIP reservadas por empresas, palcos, palcos de autoridades etc, que en el 90% de los partidos (cuando no jugaba España) estaban vacíos). La zona a nuestra izquierda son zonas de reserva de federaciones, embajadas, jugadores etc. Algo más llena que la zona VIP pero no mucho más. El fondo frente al nuestro son zonas de ojeadores, periodistas etc, este siempre está lleno pero desaprovechado. En resumen, calculo que un tercio del aforo, las mejores entradas, nunca salieron a la venta dejando para los aficionados sólo los restos y dando un aspecto patético en encuentro fabulosos pero en los que no jugaba España. Enchufismo, politiqueo, amiguismo...y la verdadera afición en la calle.
Pero ojo, que aún queda otra broma pesada. La famosa primera fila, esa en la que no nos podemos sentar nosotros aunque hayamos sido desplazados de nuestros asientos por motivos de seguridad, de repente en la final se llena con una banda que llevaba todo el campeonato en la quinta planta. No sé si por motivos de publicidad (iban todos con Toro XL) o para animar el cotarro pero deciden bajarlos y darles esa fila que nos negaban a los que por derecho la merecíamos. Lo más cachondo es que justo delante de nosotros, con la banda, se meten ¡un cámara y un reportero de CQC! Durante el descanso se llevan al de CQC de vuelta a la quinta planta pero la banda nos la dejan allí, teniendo que aguantar al tío del bombo todo el partido delante y viendo el partido de pie.
En resumen, desorganización, falta de previsión, enchufismo, maltrato a los aficionados y en ocasiones simple desidia. En mi caso todavía me puedo considerar afortunado por haber conseguido una entrada mejor que la que tenía y no haberme perdido muchos partidos y ninguno excesivamente importante, a base de pelearme con todo el mundo y exigir mis derechos, pero no debería ser así y otros aficionados se tuvieron que aguantar con que los reubicaran en zonas peores.
Señores de la federación, ya que se les llena la boca de hablar de afición al basket, demuéstrenlo apoyen a los verdaderos aficionados y mejoren su previsión para futuros eventos, si esto era una prueba para la candidatura olímpica han suspendido.
Agradecería a todos los amigos del blog BLANSKET que difundiesen este post por los foros y blogs de basket que frecuenten, creo que esta historia debe ser conocida para que todo el mundo sepa cómo se han hecho las cosas. Ahora seguramente los peces gordos hablarán de éxito organizativo y a mi me dará la risa...por no llorar.