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BLANSKET: Crónica: Suns 115 - Knicks 104

lunes, 3 de diciembre de 2007

Crónica: Suns 115 - Knicks 104

Tras el tedioso partido disputado en la tarde de ayer por Cleveland y Boston pensé que hoy merecía ver algo un poco mejor por lo que hice una apuesta segura, los Suns. El equipo de Phoenix visitaba a unos Knicks absolutamente irregulares que tanto podían dar la sorpresa y vencer a uno de los equipos en mejor forma de la liga como caer vapuleados como le sucedió en Boston.

El inicio de partido no pintaba nada bien para los neoyorquinos. Los Suns con su habitual juego de contraataque y transición rápida anotaban con facilidad con unos asombrosos porcentajes del 70% durante el primer cuarto. Los Knicks por su parte, muy agarrotados y con el público abucheando a los jugadores prácticamente desde el minuto uno trataban de capear el temporal como podían e intentaban hacer valer su mejor juego interior. Curry era el único que anotaba con fluidez y merced a su dominio del rebote ofensivo conseguían mantenerse en el partido con ventajas en torno a los 10 puntos para los de Arizona. Los continuos fallos en los libres por parte de los Knicks daban aún más alas si cabe a los de Phoenix que seguían implacables anotando con fluidez. La vuelta al campo de Zach Randolph, mucho más centrado que en el inicio de partido, y la aparición de Marbury daba aire a Nueva York consiguiendo irse sólo 8 puntos abajo al final del primer periodo.

El segundo cuarto tuvo otro color totalmente distinto. Con Randolph y Curry dominando en la pintura los Knicks iban reduciendo diferencias poco a poco y metiéndose en el partido, causando estragos en Stoudemire y Marion, incapaces de detener a las dos torres neoyorquinas. Este dominio del juego interior obligó a D’Antoni a exigir unas ayudas más largas por parte de sus exteriores lo que redundó en un mayor protagonismo de la línea exterior de los Knicks. Marbury y Richardson aparecían para con una gran fluidez en el movimiento de balón conseguir tiros cómodos. Por su parte un sólido Grant Hill y un enrachado Raja Bell seguían dando la cara por los Suns que mantenían 4 puntos de ventaja al descanso.

El tercer cuarto se mantenía en los mismos derroteros que el segundo. El gran juego interior de Randolph y Curry apoyado por una buena gestión colectiva machacaba a los Suns desde dentro y desde fuera. Quentin Richardson tomó el mando de las operaciones anotando, asistiendo, reboteando y guiando a los Knicks hacia la remontada. En los Suns Hill seguía siendo el más eficaz con Nash, poco acertado en el tiro, repartiendo juego y Barbosa y Stoudemire manteniendo el tipo. Si bien sufría en defensa Stoudemire ante el juego interior de Nueva York, su mayor velocidad le permitía anotar canastas fáciles en transición devolviendo de esta forma la moneda a los pívots rivales.

Sin embargo, posiblemente el jugador clave del partido sea uno que no lució mucho en la estadística, Brian Skinner. A mediados del tercer cuarto D’Antoni decide tratar de detener la sangría de puntos en el interior introduciendo a Skinner en la posición de 4 e igualando algo las fuerzas en cuanto a peso y altura en la zona. Esto redundó es un mejor cierre del rebote y una defensa más eficaz, a pesar de esto los Knicks con Marbury y sobre todo Richardson anotando con fluidez conseguían irse al final del tercer periodo sólo uno abajo y convirtiendo los abucheos en aplausos.

Hasta aquí llegó la resistencia de los Knicks. Una salida en plan estelar de Grant Hill, recordando sus mejores tiempos antes de las lesiones, guiaba a los Suns a un parcial de 11-0 en los primeros minutos del último periodo que prácticamente sentenciaba el partido.

Los Knicks, colapsados en ataque al no encontrar a Curry y Randoplh con tanta claridad, hacían agua en sus ataques una vez tras otra lo que permitía a los Suns ejecutar su juego e irse hasta una diferencia de 17 puntos. Richarson, Marbury y Crawford se cegaban una y otra vez en jugadas individuales obviando el juego que les había llevado hasta allí, generar juego desde dentro y movimiento fluido en la línea exterior. Tampoco el rebote ofensivo les salvada esta vez, con Skinner, Stoudemire y Marion los Knicks no encontraban tanta facilidad para atacar el rebote y se veían superados por los rápidos ataques de los Suns guiados por un magistral Nash en la dirección.

Finalmente 11 puntos de diferencia para los Suns en un partido irregular por parte de los Knicks que deja un sabor agridulce para los de la Gran Manzana. Jugaron un buen partido ante un gran equipo pero 3 minutos de despiste le costaron el encuentro...y de nuevo los abucheos de un público exigente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enoooorme crónica Manolo, se nota que sabes de lo que hablas.