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BLANSKET: Historia del Baloncesto: Superestrella por un segundo

viernes, 12 de octubre de 2007

Historia del Baloncesto: Superestrella por un segundo

Sea por la ausencia de televisión y cobertura de los medios de comunicación, o simplemente porque aquella liga maldita tenía el don de atraer a los seres más excéntricos, lo cierto es que en la ABA se hacía cualquier cosa con tal de llamar la atención.

La ABA siempre fue una liga peculiar, con miles de anécdotas y unos estándares bastante poco usuales. Pero incluso para una liga tan estrambótica como esta, podemos considerar la maniobra de márketing de los Kentucky Colonels como uno de los momentos más kafkianos jamás vividos en un campo de baloncesto.

Penny Ann Early fue la primera mujer en jugar en la ABA, o para el caso, en cualquier liga profesional de baloncesto masculina. En 1968, Early creó una gran controversia en el área de Louisville, zona especialmente conservadora de los Estados Unidos, al convertirse en la primera mujer del país con licencia de amazona en una carrera de caballos. En una demostración de “solidaridad masculina”, el resto de jockeys en Churchill Downs boicotearon las tres carreras en las que intentó participar Early.

Los Kentucky Colonels respondieron, en un acto de solidaridad deportiva sin precedentes en la historia, firmando a la joven de 25 años, 1,60 de altura y 51 kilos de peso un contrato de baloncesto, incluso aún sabiendo que no había jugado al baloncesto en su vida. Al entrenador de los Colonels, Gene Rodhes, no le hizo mucha gracia la idea y protestó ante el propietario del equipo. Baste decir que el propietario del equipo se llamaba “Ziggy” y era un perro. Joe y Mamie Gregory habían adquirido la franquicia de los Colonels y había hecho de su mascota el presidente de la misma, con estos antecedentes parece claro que una joven amazona en un equipo de baloncesto profesional era para ellos “pecata minuta”. Sin embargo, no sólo Rodhes tuvo que tener a Penny Ann en la plantilla del equipo, sino que se le obligó a que jugase en un partido real.

El 27 de noviembre de 1968, en un encuentro contra Los Ángeles Stars, fue el gran día. Early vestía una minifalda, unas zapatillas de tela blanca y un jersey de cuello alto con el número 3 a la espalda, representando las 3 veces que habían boicoteado sus carreras de caballos. Calentó con el resto del equipo ayudada por Gene Moore, Louie Dampier, Darel Carrier, y el resto del equipo de Kentucky. Durante el partido se sentó en el banquillo y esperó su momento, con sus piernas colgando de aquellas bancas demasiado altas para ella.

Debió ser cuando menos curioso observar a aquellos rudos jugadores tratando de hacer sitio a la jovencita en aquellos banquillos, intentando que se sintiera lo más cómoda posible en aquel improvisado circo.

Al inicio del partido, durante un tiempo muerto, y como tratando de quitarse de encima el problema lo antes posible, el entrenador Rhodes siguió las órdenes de arriba. Envió a Penny Ann a la mesa de anotadores donde ella misma solicitó al Directivo de Anotadores Charles Ruter, de 72 años, su entrada en el campo mientras charlaba animadamente con el anciano.

Entró en la pista cuando Kentucky debía sacar desde su propio campo. En un acto de respeto, todos los jugadores intentaban apartarse del grácil trote de la joven, total, allí no había nada que defender. Tan sola quedó que Bobby Rascoe le lanzó un suave pase de pecho que Penny Ann no pudo recepcionar. Con toda naturalidad, e ignorando que según las normas el balón correspondía al equipo de Los Ángeles, la chica corrió hacia el balón, que había salido de los límites del terreno, lo cogió y volvió a entrar en el campo de juego ensayando unos tímidos botes en su carrerita al azar antes de volver a pasar el balón a su compañero Rascoe. Inmediatamente Rascoe pidió por favor a los árbitros que a pesar de ser balón para Los Ángeles le permitiese solicitar un tiempo muerto, a lo que los árbitros accedieron.

Early salió del campo en medio de una atronadora ovación como pocas veces se ha escuchado en un campo de baloncesto, firmando tras el partido centenares de autógrafos entre los aficionados que se daban cita allí.

Posiblemente lo de menos sea el resultado, 107-111 para el equipo de Los Ángeles, perdiendo Early el único partido de baloncesto que disputó en su vida.

Penny Ann nunca volvió a jugar al baloncesto de nuevo, aunque al siguiente año, en Abril de 1969 participaría en la primera carrera de caballos femenina donde se alzaría con el primer puesto.

6 comentarios:

Yo dijo...

jajaja, simplemente magnifico manolo! vaya con los de Kentucky! el perro de presidente y Penny de jugadora! jajaja, si fuera buena se entenderia pero si nisikiera sabia las reglas vasicas! jajaja

Anónimo dijo...

Hubo alguna mujer seleccionada en un draft más adelante, no?

Manuel dijo...

Sí Leo, Luisia Harris fue seleccionada en el draft del 77 por New Orleans Jazz y en el 80 Ann Meyers firmó un contrato con los Pacers.

En ambos casos parece que más fueron gestos de cara a la galería que otra cosa, no llegaron a jugar ninguna de las dos.

Manuel dijo...

Me olvidaba, en 2004 Amie Williams firmó un contraro con Missisippi Stingers de la ABA y sí que llegó a jugar.

Anónimo dijo...

Gran artículo manolo, tocas muchos temas diferentes pero todos muy interesantes, sigue así.

Anónimo dijo...

simplemente genial...que cosas...