Los Knicks a la caza de D'Antoni

En los últimos días vivimos la vorágine de la NBA. Mientras que 8 equipos aún se disputan el título de la temporada otras franquicias ya están metidas de lleno en la próxima temporada planificando sus despachos y cuerpos técnicos.

Uno de los casos más llamativos está siendo el del, por el momento, entrenador de los Suns, Mike D'Antoni. Parece claro que D'Antoni abandonará este verano la disciplina de los de Arizona, pero ¿cuál será su futuro?

Todo apunta a que el destino elegido será Chicago. Los Bulls ofrecen un equipo joven, con talento y que se adapta a las características del famoso "run&gun" que tanto éxito dio en Phoenix por lo que parece que el acuerdo está casi hecho. Sin embargo aparecen en escena los Knicks dispuestos a tirar la casa por la ventana y ofrecer un jugoso contrato a D'Antoni para que lidere el nuevo proyecto en la Gran Manzana.

Está claro que hoy por hoy lo único que pueden ofrecer los Knicks es eso, un contrato con muchos ceros, se habla de 6 millones de dólares o más por temporada, ya que es un equipo mal confeccionado, cargado de veteranos sobrevalorados y con una línea de juego que no encaja bien con lo que quiere D'Antoni, velocidad, transición rápida, polivalencia etc... Desde cualquier perspectiva deportiva a corto plazo los Bulls ganan por goleada pero ya sabemos que el dólar es el dólar.

Al parecer los Bulls no entran en la puja y mantienen su oferta inicial al técnico, saben que su proyecto es mejor y se hacen fuertes desde esa perspectiva, lo cual me lleva a una duda. En caso de que se generase una puja, ¿debería plantearse la NBA incluir el salario del cuerpo técnico en el límite salarial? Estamos hablando de más de 6 millones por temporada, que es más del salario medio de la NBA, no sería descabellado.

En cualquier caso los Knicks tienen balas en la recámara y no lo basan todo en D'Antoni. Parece ser que hay negociaciones firmes tanto con Mark Jackson, ídolo del Madison como jugador, y con el recientemente cesado Avery Johnson.

Se avecina un verano my largo para los Knicks, y esperemos que fructífero.