De "Dream Team" nada...

Si contra Lituania creían que enviaban un mensaje de superioridad absoluta, con Rusia volvieron las dudas y hoy contra Australia no hicieron más que agigantarse. La selección de los Estados Unidos la superó con bastantes apuros por 87-76.

Viendo el partido de hoy, sin duda los más felices son los argentinos, españoles o griegos que pudieron comprobar de primera mano como esta USA es totalmente batible. Hace pocos días una floja Argentina con un arreón final superó a los australianos que hoy pusieron contra las cuerdas a los NBA. Es decir, o Argentina no está tan mal... o los americanos asustan poco.

¿Por qué lo digo con tanta convicción? Pues simplemente había que ver los gestos de los americanos. A Kobe apretando su puño con fuerza festejando una recuperación de balón y similares para saber que se tomaron muy en serio el partido y aún así sufrieron de lo lindo. Aunque por momentos lograron escaparse en el marcador, también hubo sorpresivas recuperaciones de los aussies que se mantuvieron en partido hasta el final practicamente. Además le endosaron a los americanos la primer derrota en un cuarto (el tercero fue un parcial de 26-21)

Los puntos fuertes de los NBA son una defensa hiper agresiva que volvió a funcionar (provocaron 18 perdidas de balón) pero por contra, le fallaron sus armas ofensivas. No pudieron correr con tanta facilidad y el peor de sus males, fue que los australianos defendiendo en individual le cerraron el lanzamiento exterior, argumento principal en ataque fijo (3-18 en triples).

Después de un primer cuarto parejo, en el segundo los americanos liderados por un muy serio Wade y un intenso Anthony abrieron brecha y se fueron a los 15 puntos de ventaja. Pero el inicio del tercer período fue un monólogo australiano que recortaron la ventaja hasta los 4 puntos.

A partir de ese momento el encuentro se convirtió en un chicle de ventajas americanas, me escapo a 12 puntos, me recortas a 6. El talento individual de los NBA pesaba, pero la buena mano exterior de los "canguros" y la potencia interior frente a un solitario Howard, se volvía un quebradero de cabeza. Al final no hubo milagro pero si sorpresa. Australia no es de las máximas potencias y además hay que sumarle la ausencia de Bogut en el encuentro.

Por el lado americano el mejor fue Wade con 22 tantos, bien acompañado por Melo con 12 y 10 rebotes. Lebron estuvo envuelto en una suerte de guerra personal, donde brilló más en defensa (5 robos y 3 tapones) que en ataque. Por los oceánicos, los mejores fueron Mills y Anstey con 13 puntos cada uno.

Quedan escasos cinco días para el debút de las selecciones en los juegos y si los americanos no hacen una buena autocrítica, es probable que caigan en errores del pasado, con lo cual la presea dorada creo que hablará español (o castellano...)