Memphis Blues

36 partidos disputados, 10 de ellos como titular. 23 minutos por partido, 10 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias. 42% en tiros de campo, 38% en tiros de tres, 86% en lanzamientos libres...

¿Está la bomba Navarro al nivel que se le suponía en la mejor liga del mundo?, o por el contrario, ¿está fracasando en su intento de hacerse un nombre importante en la NBA? No todo son números, pero estamos hablando de Estados Unidos, donde las estadísticas son lo que el Padre Nuestro a los católicos.

Si algo ha caracterizado las actuaciones de Navarro desde el inicio de la temporada ha sido la irregularidad, por lo menos eso es lo que reflejan sus cifras. Partidos con nula presencia en anotación se alternan con otros explosivos. De 0 puntos anotados ante los Bucks el 14 de noviembre a 28 contra los Hornets dos días más tarde. De jugar 42 minutos en casa ante los Spurs a 16 minutos jugados en el siguiente partido en Detroit. Debe ser complicado amoldarse a una situación que varía para pasar del día a la noche, ¿qué va a ser hoy?, ¿me pongo las gafas de sol?, ¿me quedo en casa abrigado?.

A escasas fechas para jugarse el All-Star los Grizzlies enseñan poco a poco su cara. Pau no es el único con licencia para tirar, Gay tiene permiso para gustarse con el balón, Conley es el elegido para dirigir el destino de la franquicia, Miller es un gran jugador, sobre todo porque sus virtudes lo hacen parecer justamente lo que no es, como el día y la noche...

Navarro no ha defraudado a sus seguidores más incondicionales, ni tampoco a sus detractores. Ha cruzado el charco, ha cambiado el Llobregat por el Mississippi, el catalán y el castellano por el inglés, "la bomba" por "instant grits", las "bombas" por los "threes"... pero se ha mantenido fiel a sus principios, a su manera de ser y de jugar. Principios, proyecto, continuidad, Iavaroni, Wallace...