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BLANSKET: WILT CHAMBERLAIN, SEGUNDA PARTE

miércoles, 26 de diciembre de 2007

WILT CHAMBERLAIN, SEGUNDA PARTE

A finales de 1.968 Wilt Chamberlain, de 32 años, empezaba una segunda etapa como jugador en los Lakers de los “pequeñines” Jerry West y Elgin Baylor, dos estrellas sólo eclipsadas por el mismo Chamberlain y su archienemigo Bill Russell (y en menor medida por Oscar Robertson). Los años de plenitud y dominio absoluto habían pasado ya definitivamente. Ahora Chamberlain era un hombre de más de 130 kg, muchísimo más lento que en el pasado, pero no por ello menos temible.

Los Lakers parecían un equipo perfecto para volver a lo más alto. Su juego ofensivo se basaba en la pareja de jugadores de perímetro más letales de la historia: Mr In (Elgin Baylor, el primer artista del aire) y Mr Out (Jerry West, raza blanca tirador). Sólo la dictadura del gran Bill Russell había impedido a los angelinos alzarse con el anillo de campeones. Ahora, con el tridente West-Baylor-Chamberlain parecía que el equipo finalmente se equilibraba para formar un sólido bloque dentro y fuera de la zona.

Y sin embargo, el gran Russell volvió a derrotarlos en la gran final. Si se mira sólo las estadísticas más elementales, parece imposible que Los Lakers perdieran (entre los 3 jugones promediaban 70 puntos por partido) pero debe tenerse en cuenta tres factores muy importantes: 1) como se verá más adelante, Chamberlain continuaba fallando en el apartado más importante: el psicológico. Sin garra ni agresividad, ni concentración (otra vez con aciertos inferiores al 40% en los tiros libres), ganar es más bien imposible. 2) el rendimiento de Baylor bajó en picado durante los playoffs. Desgraciadamente, el físico (en concreto las rodillas) no acompañaron a Baylor y ya nunca más volvió a brillar. 3) el baloncesto es un juego de equipo donde tanto o más importante es defender bien como atacar.

LA GRAN FINAL DE 1969

Aunque se enfrentaron los dos mejores centers de la liga, ninguno de los dos fue tan protagonista como los dos guards más carismáticos de aquella final: Jerry West y John Havlicek.

Los dos primeros partidos, en Los Angeles, fueron de los Lakers mientras que los dos siguientes, en Boston, fueron de los Celtics. West y en menor medida Havlicek completaron tremendos partidos (destacan los 53 puntos y 10 asistencias de West en el primer encuentro). Chamberlain y Russell, en cambio, se anularon mutuamente, lo que se puede interpretar como una victoria de Russell sobre Chamberlain ya que Russell jamás fue un jugador ofensivo. Wilt tan solo lanzó en una ocasión a canasta durante el segundo encuentro. Sin embargo, en el quinto partido despertó Chamberlain para capturar 31 rebotes y humillar a Russell, que tan solo capturó 7 rebotes. Los Lakers se adelantaban 3 a 2 pero su mejor jugador, Jerry West (39 puntos en el quinto partido) se lesionó. Los Celtics no desaprovecharon la ocasión para empatar la serie a 3 poco despues. Chamberlain volvió a desaparecer del campo, absorvido por un ultramotivado Bill Russell. Así se llegó al séptimo y definitivo partido, aunque esta vez, el encuentro se jugaría en Los Angeles. Si hubo nunca una oportunidad para vencer a los Celtics de Bill Russell, aquella fue sin duda, la más clara.

Pero los Celtics mostraron su orgullo de campeones y salieron a por todas, algo que no hicieron los Lakers. En el tercer cuarto los Celtics ganaban cómodamente cuando un desesperado Wilt Chamberlain cometió su quinta falta. Chamberlain, que jamás había sido expulsado, se encontró por primera vez en su vida al borde de la expulsión. Inexplicablemente, el entrenador de los Lakers conservó a Chamberlain en pista. Si ya solía carecer de agresividad defensiva, con cinco faltas, Chamberlain apenas se dedicó a las tareas defensivas, concentrándose en los rebotes. Sólo un milagro podía salvar a los Lakers cuando Russell y Havlicek se cargaron con 5 faltas a principios del último cuarto. Era la oportunidad de Chamberlain pero desgraciadamente, se lesionó en el momento más inoportuno. Entonces apareció Jerry West, el hombre cuya silueta es el logo de la NBA, para desafiar él solito a los Celtics. Con Russell y Havlicek temerosos de ser expulsados, con Chamberlain lesionado y con Baylor siendo una sombra de lo que había sido, en la cancha sólo había una estrella.

En un alarde de coraje y habilidad inigualables, West y los Lakers se pusieron a 1 solo punto de los Celtics cuando faltaban 3 minutos para terminar el encuentro. Entonces Chamberlain pidió al entrenador poder jugar los últimos minutos. Era obvio que el espíritu indomable de West se había contagiado en el gigante. Después de un partido nefasto, los Lakers ahora creían en la victoria. Pero el entrenador de los Lakers no debió verlo así porque no permitió el regreso de Chamberlain en una de las decisiones más polémicas de la historia de la NBA. Al final y pese a los 42 puntos, 12 rebotes y 13 asistencias de West, los Celtics vencieron por 108 a 106. Se dice que lo primero que hicieron todos los jugadores de los Celtics, en un acto noble como era propio de ellos, fue felicitar a Jerry West, sin duda el mejor jugador de aquellas finales.

Polémica fue la tensa relación Chamberlain-Van Breda (el entrenador de los Lakers). Hay opiniones para todos los gustos. Los partidarios del entrenador afirman que Chamberlain fingió estar lesionado cuando ya no veía solución al partido y que sólo al final, cuando parecía que los Lakers podían vencer, pidió volver a jugar. Si fuera así, Chamberlain sin duda fue un impresentable. Sin embargo también existe otra versión, la de los partidarios de Chamberlain. Esta versión afirma que el entrenador era un prepotente orgulloso que quiso demostrar al mundo entero su autoridad y personalidad ganando a los Celtics sin Wilt Chamberlain.

Fuera lo que fuera, lo que es innegable es que en siete partidos Chamberlain tan solo lanzó 29 veces a canasta (una media de 4 lanzamientos por partido) y firmó un patético 24 de 66 tiros libros (36% de acierto). Durante la temporada regular había promediado más de 20 puntos y más de 4 asistencias por partido. En las finales 12 puntos y 3 asistencias por partido. ¿Milagro deRussell? ¿Pasotismo de Chamberlain? ¿o ambas cosas? Cabe decir que ofensivamente, Chamberlain era la tercera opción de los Lakers, lo que significa que tampoco disponía de muchas oportunidades para lanzar. A favor de Chamberlain está el hecho innegable de que en el apartado reboteador, Chamberlain firmó más de 25 rebotes por partido en las finales, superando ampliamente a su rival Bill Russell (menos de 20 rebotes por partido).

LA FINAL DE 1970: OTRA GRAN DECEPCIÓN

A finales de 1969 Bill Russell se retiró definitivamente. Cuando parecía que por fin los Lakers ganarían su primer anillo desde que cambiaran Minneapolis por Los Angeles, las lesiones se cebaron con ellos. El veterano Baylor (36 años) jugó poco más que la mitad de la temporada y Wilt apenas 9 partidos por culpa de una grave lesión a principios de temporada. Sin embargo, en un esfuerzo heroico, Chamberlain anunció su intención de jugar los playoffs después de pasarse una larga temporada fuera de las pistas. Su presencia se notó al instante: los Lakers, que no eran candidatos al título, pasaron a estar entre los favoritos, y más cuando barrieron a los Hawks en las Finales de Conferencia.

Sin embargo, todavía no podía considerarse a Los Lakers como favoritos al anillo puesto que en el Este estaba el bloque defensivo de los Knicks, un equipo tremendamente equilibrado, auténtico heredero del legado de los Celtics de Bill Russell.

Las Finales de 1970 fueron, como las de 1969, tremendamente igualadas y apasionantes. Otra vez se llegó al séptimo partido y otra vez los Lakers perdieron. Aunque Chamberlain firmó unos sensacionales 24 puntos, 23 rebotes y 4 asistencias por partido durante las Finales, volvió a fallar en los momentos claves. En el primer partido, por ejemplo, Chamberlain firmó un lamentable 1 de 10 tiros libres. Pero peor fue en el séptimo y definitivo partido: 1 de 11 (el peor registro de la historia). No menos destacable es el hecho que en el séptimo y definitivo partido, Wilt perdió el salto inicial con un cojo Willis Reed. El Gran Capitán, Reed, jugó unos instantes a pesar de estar gravemente lesionado y no poder ni tan solo andar. Ante tales circunstancias, Wilt debería haber machacado a los Knicks, pero no lo hizo (aunque si lo hizo por ejemplo, en el sexto partido, firmando 45 puntos y 27 rebotes), en la muestra más clara de pasotismo y carencia de agresividad hecha jamás por un jugador profesional.

Es sencillamente inexplicable el comportamiento de Wilt: nefasto ofensivamente (26 tiros libres logrados de 67 intentos durante los siete partidos) y brillante bajo los tableros (capturó más rebotes él solo que todos los jugadores interiores de los Knicks).

WILT CONTRA KAREEM

En la década de los setenta el center dominador ya no era el viejo Wilt Chamberlain sino el joven Kareem Abdul-Jabbar. El tiempo pasaba factura a las estrellas de los años sesenta pero Wilt todavía dio guerra como center defensivo.

Los Lakers de 1970-71 se reforzaron con la adquisición del escolta Gail Goodrich, quien acabaría formando un duo ofensivo letal junto a Jerry West. Las lesiones, sin embargo, volvieron a cebarse con las estrellas angelinas, esta vez con West y Baylor quienes ni siquiera jugaron los playoffs.

Aún así, con Goodrich en el perímetro y Chamberlain intimidando en la zona, los Lakers llegaron a las Finales de Conferencia. Allí desafiaron a los todopoderosos Bucks de Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar. Aunque los Lakers fueron casi barridos, no menos cierto es que el duelo Kareem-Chamberlain fue intenso y absolutamente espectacular. Cualquier aficionado al baloncesto debe ver algún video de ese duelo de titanes al menos una vez en su vida. El joven Kareem fue, por primera y única vez en su vida, taponado constantemente. Contra Chamberlain, el sky-hook se mostró, por primera y única vez en toda la historia, ineficaz.

Se puede decir que es en esas finales de conferencia cuando aparece definitivamente el Wilt Chamberlain defensor. Si durante la mayor parte de su vida deportiva se había caracterizado por ser un titán ofensivo, en sus últimos años destacaría por ser un muro infranqueable. Quería el joven Kareem Abdul-Jabbar demostrar al mundo entero quien era el mejor pero la verdad es que muchos creen que el duelo acabó en tablas. Y es que por primera vez en su vida, Chamberlain luchó con agresividad y contundencia. Tenía casi 35 años, pero todavía fue capaz de dominar el rebote de manera casi insultante. Ya no era el gigante ágil del pasado pero aun así sus manos continuaban llegando más arriba que las de cualquier otro ser humano. Para contrarestar la fuerza y la contundencia defensiva de su rival, Kareem mostró todo su arsenal de movimientos y fintas, de mates y ganchos. Acabó venciendo el joven Kareem pero no menos cierto es que para conseguir derrotar al viejo titán pagó un alto precio: ofensivamente su efectividad en tiros de campo jamás se acercó al 50% (cuando Kareem siempre tuvo unos aciertos de casi un 60%).

LOS LAKERS DE 1972 ¿EL MEJOR EQUIPO DE TODOS LOS TIEMPOS?

La temporada 1971-72 fue, por fin, la temporada de los Lakers. Se retiró Elgin Baylor a principios de temporada para ver desde su casa como su equipo de siempre lograba la todavía insuperable racha de 33 victorias consecutivas durante la temporada regular. Poco después, los Lakers se alzarían con el anillo de campeones, el primero de West y el segundo de Chamberlain. Finalmente la ciudad de Los Angeles era campeona de la NBA.

Son muchos los que consideran a Los Lakers de 1972 como el mejor equipo de todos los tiempos. 33 victorias consecutivas (record de victorias consecutivas en el deporte profesional americano) para un total de 69 victorias durante la temporada regular (record hasta que los Bulls de Jordan la superaran en 1996) es un argumento de peso. Sin embargo, uno puede preguntarse ¿Por qué de repente, de un año para otro, fueron tan buenos Los Lakers? La respuesta no es sencilla. Hay básicamente 4 motivos que explican el dominio de los Lakers:

1) Las lesiones NO se cebaron con los Lakers, quienes posiblemente tenían el mejor quintento inicial de la liga
2) Wilt Chamberlain pasó a ser un jugador básicamente defensivo que jugaba únicamente para el equipo, un talento incomparable capturando rebotes (a sus 35 años a punto de cumplir 36, todavía seguía siendo el mejor reboteador de la liga) y repartiendo juego.
3) La pareja exterior West-Goodrich aportaba puntos y experiencia para desencallar los partidos trabados.
4) La pareja interior Chamberlain-Hairston dominaron el rebote como nunca antes lo habían hecho 2 jugadores de un mismo equipo. Todavía a día de hoy, jamás ha habido otro equipo que haya tenido en plantilla dos jugadores que capturaran más de 1000 rebotes cada uno en una misma temporada.

Finalmente, Chamberlain y los Lakers se vengarían de los Bucks en laFinal de Conferencia y los Knicks en la Gran Final. No deja de ser irónico el hecho de que los Lakers ganaron cuando ninguna de sus estrellas brilló demasiado. En otras palabras, los Lakers vencieron cuando finalmente jugaron como un equipo. El mejor jugador de las Finales fue, sin duda, Wilt Chamberlain, pese a tener unos números más bien discretos si tenemos en cuenta de quien se trata: 19 puntos, 23 rebotes y 2 asistencias por partido. Pero así es el baloncesto: un juego de equipo donde la defensa suele ser más importante que las estadísticas individuales. Ganó Wilt cuando su juego se volvió una fotocopia del estilo de juego de su antiguo rival: Bill Russell.

1972-73 LA ÚLTIMA TEMPORADA COMO JUGADOR

La última temporada como jugador de Wilt Chamberlain fue la 1.972-73. Los Lakers llegaron a la Final por segundo año consecutivo pero esta vez sin Hairston (lesionado) y los Knicks fueron los justos vencedores. No debemos olvidar que las dos máximas estrellas de los Lakers eran ya jugadores muy veteranos, demasiado quizás: 35 años West y 36 a punto de 37 Chamberlain.

Aunque tan sólo promedió 13 puntos por partido, Chamberlain se retiró con un nuevo record en sus espaldas: 73% de acierto en los tiros de campo. También fue el máximo reboteador de la liga.




LOS ÚLTIMOS DÍAS


Mientras vivió retirado del baloncesto, Chamberlain probó varias activiades: entrenador ABA, jugador de volley playa, biografías, y hasta pequeños papeles en películas tan “extraordinarias” como la segunda parte de Conan el Bárbaro, Conan el Destructor (a la foto).


Finalmente, el 12 d’octubre de 1.999, Wilton Norman Chamberlain murió a la edad de 63 años.

No podemos finalizar este homenaje sin recordar algunas de sus hazañas más célebres:

EN UN PARTIDO:

- máxima anotación (100 puntos)

- máximo número de rebotes capturados (55)

- most consecutive field goals (18)

- Único jugador que ha logrado un double-triple-double (22 puntos, 25 rebotes y 21 assistències el dia 2 de febrer del 1.968)

- Único jugador que ha logrado un quadruple double-double (meaning 40 points, and 40 rebounds or 40 assists in a single game): on January 21, 1960, Chamberlain scored 58 points and grabbed 42 rebounds against the Detroit Pistons. On December 8, 1961 he surpassed this feat, when he scored a then-record 78 points and collected 43 rebounds against the Los Angeles Lakers.

- récord de puntos en un partido de All Star (42) pero no de rebotes (el récord de rebotes lo tiene Bob Pettit con 27).


EN UNA TEMPORADA:

- màxima anotación (único jugador que ha anotado más de 4.000 puntos en una temporada)

- primera, segunda y tercera mejores marcas de puntos por partido en una temporada (50.4, 44.8 y 38.4 puntos por partido durante los primeros años de la década de los sesenta),

- las dos mejores marcas de efectividad en tiros de campo en una temporada (73% y 68%)

- máximo reboteador (único jugador que ha logrado capturar más de 2.000 rebotes en una temporada)

- primera, segunda y tercera mejores marcas de rebotes por partido durante una temporada (27.2, 27 i 25.6 a principios de la década de los sesenta)


DURANTE 14 TEMPORADAS:

31.419 puntos (cuarta mejor marca por detrás de Kareem, Malone y Jordan)

30.1 puntos por partido (segunda mejor marca después de Michael Jordan)

23.924 rebotes (mejor marca de la historia)

22.9 rebotes por partido (mejor marca de la historia).

7 veces máximo anotador de la NBA

7 veces el jugador más eficiente de la liga

11 veces máximo reboteador

1 vez mejor pasador de la liga

Único jugador de la historia que ha liderado la NBA en anotación, rebotes y asistencias


"Everyone who knows the game of basketball, knows who really is the greatest." Wali Jones, excompañero de Chamberlain

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por malos y bajitos que fueran, era la NBA, no sé como nadie puede quitarle valor a sus marcas. Si pusieramos a Dwight Howard a jugar en LEB-Bronce (por buscar algún ejemplo), dudo que hiciera estadísticas como las de Wilt, pero ni de lejos.

Un tío chulo, pero un jugadorazo tremendo. Simplemente no vale compararle con otras leyendas, ni para mejor ni para peor, esos rollos de "tal es el mejor de la historia" me parecen una tontería.

Maverik dijo...

Totalmente de acuerdo. Wilt Chamberlain era mucho más q "un tio alto en unos tiempos donde todos eran bajitos". Chamberlain era un superdotado, como en sus días lo fuera Magic, eso sí, sin el carisma d Magic y el estigma de ser "goliat".

Del mismo modo q Chamberlain era un superclase, un tipo q lo hacía todo muy bien, no es menos cierto q siempre le faltó un punto d agresividad y d agresividad en los momentos críticos.

Todo esto es lo q he intentado plasmar en estos dos humildes homenajes.

La frase final, evidentemente subjetiva, es solo la opinión d u contemporaneo suyo. Me ha parecido acertado ponerla pq yo soy d los q crecí viendo a Magic y compañía, y aunq ellos fueran muy buenos, no por ello debemos olvidarnos o menospreciar a las leyendas anteriores a ellos.